Sunday, September 28, 2014

¡QUÉ CLASE DE EX ALUMNOS!



Por Lic. Arnaldo Calvo Buides

Jamás le dimos la espalda. En nuestros inicios en el ajedrez en nuestro natal Jagüey Grande (Matanzas, Cuba), el viejo José Veulens fue como una suerte de entrenador para mi hermano Nibaldo y para mí. A su lado aprendimos muchísimo. No solo ajedrez.

Prácticamente nosotros no salíamos de su casa, en buen cubano, ¨le sacamos el zumo¨ aprehendimos todo lo que nos trasmitía.

Pero llegó el momento que Veulens no quiso saber nada más de ajedrez, y sin embargo, Nibaldo y yo seguimos visitándolo, agradecidos de sus enseñanzas. Si bien ya el ajedrez no era el principal móvil, platicábamos de la vida misma, nos interesábamos qué tal andaba de salud…. En fin, por el hecho de que ya no recibíamos sus enseñanzas ajedrecísticas, en ningún momento lo echamos para un lado, para nosotros siempre ha sido el viejo Veulens, nuestro Maestro.

Yo lo recuerdo siempre, sus enseñanzas no las he dejado de poner en práctica. Estoy agradecido del viejo Veulens.

Lastimosamente, en mi condición de entrenador he sufrido amargas experiencias. Ex alumnos que en un momento determinado uno encauzó y al paso del tiempo te los encuentra y  como se diría en Cuba, ¨se hacen los de la vista gorda¨, hasta esquivan saludarte.

Pero como a mí me enseñaron a ser educado, mostrando alegría al verlos les he extendido la mano, y hay quien a duras penas me reciproca mostrando total frialdad, como si yo fuese un extraño.

Me ha pasado, no es ficción.  Acá en Chile me ha pasado. Y entonces me recuerdo del viejo Veulens, que a pesar de que ya no nos  transmitía sus conocimientos, jamás mi hermano y yo  le dimos la espalda. Por agradecimiento, eso, por agradecimiento.

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