Sin querer pecar de absoluto, las cubanas, y por antonomasia, las ajedrecistas, son fotogénicas, bellas, tienen sus encantos, amén de que en el sui géneris concurso realizado durante la Olimpiada Mundial de ajedrez de Torino (Italia), en el 2006, para determinar cuáles eran los equipos femeninos más fotogénicos, el público y el jurado no las situaron entre los 3 primeros lugares.
Cuba estuvo representada (de izquierda a derecha) por las GM Suleinis Piña y Yaniet Marrero, la MI Jenifer Pérez y la GM Maritza Arribas.
Más que todo, la belleza, la fotogenia de las ajedrecistas cubanas irradia por doquier en el prestigio que cada día ganan en el ámbito mundial, en las tantas tituladas por la FIDE (según per cápita por habitantes, entre las primeras naciones), en su humildad, en su modestia, en sus valores arraigados, en la capacidad para sobreponerse ante las dificultades…ahí sí son las CAMPEONAS.
Válidas las palabras de Yaniet Marrero, de que ellas fueron a Turín ¨a jugar ajedrez, representando a Cuba en una Olimpiada, ninguna de nosotras se preparó para ir a una fiesta o a un show de TV…¨
Mis respetos y admiración para esta gran jugadora, medallista dorada del tercer tablero en la Olimpiada Mundial escenificada en Rusia, 2010, (6 triunfos y dos empates). Y a la postre, su destacada actuación determinó que Cuba finalizara en un histórico cuarto lugar. Por cierto, Sulennis Piña y Maritza Arribas, dos de las participantes en la versión de Turín 2006, esta vez también estuvieron presentes, junto a Lisandra Ordaz.
Ah!, dato interesante: el conjunto cubano que asistió a la cita de Turín 2006, donde precisamente se realizó el concurso de fotogenia, se ubicó en un destacado puesto 16, al totalizar 23 unidades, en tanto Bosnia Herzegovina, las más fotogénicas según el jurado y el público, quedó más rezagado, en el puesto 57, con 19 dígitos. ¿Mucha belleza y poco ajedrez?
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