NI EXCLUSIVISTA, NI ELITISTA

Por Lic. Arnaldo Calvo Buides

En las últimas semanas en este espacio y en mi face he estado difundiendo a destacados profesionales del ajedrez oriundos de Santiago de Cuba (Cuba), provincia paradigma en este deporte. Y no es que yo sea santiaguero. Soy matancero de pura cepa, de Matanzas, provincia que también posee vasto historial en el juego ciencia, pero de lo que se trata es de publicitar y compartir el buen (y mal) quehacer ajedrecístico, sin distingo de ubicación geográfica u otra cuestión.

 No me considero exclusivista ni elitista, por ello este espacio y mi face han estado abiertos para los amantes del juego ciencia de todas las latitudes del mundo. Para poner un ejemplo, si de Tonga (país de Oceanía), hay algo de interés que divulgar,  ¿por qué no hacerlo?

Existen infinitos blogs de ajedrez en el mundo, con impecables diseños y demás, los cuales aplaudo; pero, debido a la pugna, al  celo profesional, a la envidia y a no sé cuántas cosas más, muchos de ellos son reticentes a difundir la destacada  labor ajedrecística de ciertas personas y/o regiones.

Decía al inicio que de lo que se trata es de publicitar y compartir el buen (y mal) quehacer ajedrecístico. Como yo soy periodista y no relacionista público, en este espacio y en mi blog no faltarán las críticas sin medias tintas, con nombre y apellidos de los emplazados, de las instituciones, federaciones… en aras de un mejor ajedrez, de un mejor periodismo, un periodismo sin filtro, sin compromiso particular, amén de incomprensiones de ciertas personas, sobretodo de los emplazados, quienes suelen regodearse en justificaciones y más justificaciones.

Este espacio y mi face seguirán abiertos para los amantes del juego ciencia de todas las latitudes del mundo, sin exclusivismo ni elitismo, para estar a tono con la Federación Internacional de Ajedrez y su lema GENS UNA SUMUS (Somos una familia); aunque, desgraciadamente, como ha referido mi hermano Nibaldo tantas veces, y yo lo ratifico, desde hace rato la comunidad ajedrecística (por las pugnas, celo profesional, envidia, la corrupción de algunos dirigentes…) se ha convertido en una familia disfuncional.