Saturday, December 28, 2013

TRAGO AMARGO


Foto: TRAGO AMARGO
Por Lic. Arnaldo Calvo Buides

Antes de venir a radicarme en Chile junto a mi esposa, durante unos años  trabajé como entrenador de ajedrez en mi municipio natal Jagüey Grande (Matanzas-Cuba).
Un trago amargo tragué durante ese periodo, y, pese al tiempo transcurrido, aún siento la desagradable sensación que me provocó.  Resulta que en noviembre de 2010 la Comisión Provincial de ajedrez me había seleccionado para la prestación de servicio en el exterior, tal vez para Perú, avalado por mi trayectoria deportiva y laboral (Para los que no son cubanos, salir de Cuba no resulta fácil, a diferencia de cualquier lugar del mundo).
A partir de ese instante inicié los trámites pertinentes (las vacunas de rigor y demás), y estuve al tanto de la marcha del proceso mediante la persona responsable del caso. Pero, por cosas de la vida, de repente me enteré vox populi, de buena tinta, al decir cubano,  que alguien determinó que yo no podía cumplir misión internacionalista (así se dice en Cuba), simplemente porque en las investigaciones realizadas sobre mi persona se percataron de que tenía un hermano (Nibaldo) que vivía en el extranjero. Por tanto, me endilgaron el cartelito de POSIBLE EMIGRANTE o NO CONFIABLE.
¨Realmente yo no entiendo que a 52 años de Revolución aún sucedan estas cosas, que estén midiendo a todos con la misma  varita. Y pregunto: ¿Por qué tengo que pagar por mi hermano?, ¿Acaso será una represalia contra mí?, ¿qué hace suponer que yo voy a desertar, y no otro (cualquiera) que ni tan siquiera tenga familiar en el extranjero?, ¿es correcto juzgar por simples presunciones de hechos?, ¿Será que tener a un hermano fuera del país no nos hace poseer condiciones políticas y morales acordes a los principios de la Revolución?¨, esta fue una de mis fuertes declaraciones en el momento y lugar  adecuados, en el que se encontraban  las personas que supuestamente debían darme  una respuesta por  lo sucedido a mis espaldas.
¨Para que tengan una idea,  la Embajada  de Cuba en México le entregó un diploma de reconocimiento por el apoyo a la isla de mi hermano desde el exterior. Entre otras cosas, fundó la Asociación de Cubanos radicados en Oaxaca José Marti. Es respetado y posee un alto prestigio en toda la nación mexicana y un poco más allá.
¨No quisiera que se me haga  una interpretación extensiva del asunto, en el sentido que no pretendo que se me restituya en el potencial para el cumplimiento de la misión, ya que como dijera el premio nacional de Cine, Enrique Pineda Barnet, yo he aprendido a prescindir en la vida.
¨ Como ciudadano de este país, mediante la presente solo exijo a las instancias correspondientes (Instituto Nacional de Deportes y demás) una contestación a mi razonable inquietud. Considero como una falta de respeto y de ética que no se me comunique debida y formalmente una decisión de tal índole (aunque yo discrepe con la misma, como es el caso)¨, también  expuse.
Que no aflore la callada por respuesta, exigí. Y recordé que Cuba luchaba  por ser el país más culto del mundo, por lo que había que demostrarlo  mediante el oportuno intercambio, de manera transparente,  sin medias tintas,  “dando la cara”.
¨Hechos como estos lejos de menguar mi comportamiento, me comprometen a ser mejor que antes. Que nadie se imagine que me voy  a rebelar, que voy a dejar de ser yo.  Nada de eso.  Mi INTACHABLE actitud ante la sociedad,  ante la vida, como seguramente arrojó la investigación, seguirá en el mismo lugar. No lo duden¨, sentencié firmemente ante el acalorado aplauso de mis compañeros de trabajo, solidarios ante lo ocurrido.
Han transcurrido unos años y jamás apareció la respuesta exigida por tal desfachatez. Al igual que a mí, a otros tantos cubanos les ha ocurrido igual, que por tener un familiar en el extranjero le niegan la posibilidad de aportar sus conocimientos deportivos, médicos…en tierras lejanas, al considerarlos posible emigrante o no confiable. ESO NO SE HACE. 
 Por Lic. Arnaldo Calvo Buides

Antes de venir a radicarme en Chile junto a mi esposa, durante unos años trabajé como entrenador de ajedrez en mi municipio natal Jagüey Grande (Matanzas-Cuba).
Un trago amargo tragué durante ese periodo, y, pese al tiempo transcurrido, aún siento la desagradable sensación que me provocó. Resulta que en noviembre de 2010 la Comisión Provincial de ajedrez me había seleccionado para la prestación de servicio en el exterior, tal vez para Perú, avalado por mi trayectoria deportiva y laboral (Para los que no son cubanos, salir de Cuba no resulta fácil, a diferencia de cualquier lugar del mundo).
A partir de ese instante inicié los trámites pertinentes (las vacunas de rigor y demás), y estuve al tanto de la marcha del proceso mediante la persona responsable del caso. Pero, por cosas de la vida, de repente me enteré vox populi, de buena tinta, al decir cubano, que alguien determinó que yo no podía cumplir misión internacionalista (así se dice en Cuba), simplemente porque en las investigaciones realizadas sobre mi persona se percataron de que tenía un hermano (Nibaldo) que vivía en el extranjero. Por tanto, me endilgaron el cartelito de POSIBLE EMIGRANTE o NO CONFIABLE.
¨Realmente yo no entiendo que a 52 años de Revolución aún sucedan estas cosas, que estén midiendo a todos con la misma varita. Y pregunto: ¿Por qué tengo que pagar por mi hermano?, ¿Acaso será una represalia contra mí?, ¿qué hace suponer que yo voy a desertar, y no otro (cualquiera) que ni tan siquiera tenga familiar en el extranjero?, ¿es correcto juzgar por simples presunciones de hechos?, ¿Será que tener a un hermano fuera del país no nos hace poseer condiciones políticas y morales acordes a los principios de la Revolución?¨, esta fue una de mis fuertes declaraciones en el momento y lugar adecuados, en el que se encontraban las personas que supuestamente debían darme una respuesta por lo sucedido a mis espaldas.
¨Para que tengan una idea, la Embajada de Cuba en México le entregó un diploma de reconocimiento por el apoyo a la isla de mi hermano desde el exterior. Entre otras cosas, fundó la Asociación de Cubanos radicados en Oaxaca José Marti. Es respetado y posee un alto prestigio en toda la nación mexicana y un poco más allá.
¨No quisiera que se me haga una interpretación extensiva del asunto, en el sentido que no pretendo que se me restituya en el potencial para el cumplimiento de la misión, ya que como dijera el premio nacional de Cine, Enrique Pineda Barnet, yo he aprendido a prescindir en la vida.
¨ Como ciudadano de este país, mediante la presente solo exijo a las instancias correspondientes (Instituto Nacional de Deportes y demás) una contestación a mi razonable inquietud. Considero como una falta de respeto y de ética que no se me comunique debida y formalmente una decisión de tal índole (aunque yo discrepe con la misma, como es el caso)¨, también expuse.
Que no aflore la callada por respuesta, exigí. Y recordé que Cuba luchaba por ser el país más culto del mundo, por lo que había que demostrarlo mediante el oportuno intercambio, de manera transparente, sin medias tintas, “dando la cara”.
¨Hechos como estos lejos de menguar mi comportamiento, me comprometen a ser mejor que antes. Que nadie se imagine que me voy a rebelar, que voy a dejar de ser yo. Nada de eso. Mi INTACHABLE actitud ante la sociedad, ante la vida, como seguramente arrojó la investigación, seguirá en el mismo lugar. No lo duden¨, sentencié firmemente ante el acalorado aplauso de mis compañeros de trabajo, solidarios ante lo ocurrido.
Han transcurrido unos años y jamás apareció la respuesta exigida por tal desfachatez. Al igual que a mí, a otros tantos cubanos les ha ocurrido igual, que por tener un familiar en el extranjero le niegan la posibilidad de aportar sus conocimientos deportivos, médicos…en tierras lejanas, al considerarlos posible emigrante o no confiable. ESO NO SE HACE.

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