En el ajedrez, suele descuidarse la preparación psicológica. Los entrenadores trabajan arduamente con sus alumnos en la parte técnica, y el día de la competencia hay quienes tienen un desempeño muy por debajo de lo esperado. La presión psicológica los mata.
Hay que entrenar la mente, todo comienza en la mente.
Ansiedad y relajación, así llevó por título el curso impartido en julio de 2018 por el psicológico deportivo chileno Rodrigo Cauas, al cual tuve la posibilidad de participar, y ahora comparto con los queridos lectores algunos puntos de interés.
Según estadísticas, casi el 98,99 % de los deportistas tienen algún grado de ansiedad antes de competir.
La ansiedad es un estado emocional subjetivo, cada cual lo experimenta de manera individual. Incluye sensaciones de nerviosismo, preocupación y aprensión. Implica activación psicológica y física, que conllevan a una afectación en el rendimiento.
Algunos predisponentes de la ansiedad:
1) Debut en una competencia, o tener que realizar ejecuciones nuevas.
2) El paso de un nivel a otro con mayores exigencias o poco entrenamiento.
3) Metas inadecuadas, exigentes y muy lejanas a lo que puedes realmente hacer.
4) Creer o percibir que no llegas bien preparado a una competencia.
5) Sobrecarga de los canales de procesamiento (No es recomendable previo al inicio del evento, sobrecargar al atleta con mucha información).
6) Información insuficiente o errónea (Hay que empoderar al atleta, en los entrenamientos suministrarle toda la información).
7) Incertidumbres por el resultado.
8) Inminencia del estímulo, pensamientos negativos, inseguridad. (Aumenta a medida de que se acerca la competencia, unas 2 semanas antes inicia la ansiedad).
Manifestaciones de la ansiedad:
Fisiológicas: Fatiga, dolor de cabeza, deseos de orinar, descenso de la salivación, aumento de la sudoración, alteración en la voz, aumento frecuencia cardíaca y sanguínea.
Motora: Pérdida de la coordinación fina, tensión y rigidez muscular, movimientos torpes, disminución de la fluidez del movimiento.
Cognitiva: Comportamiento de evitación, baja capacidad de toma de decisiones, disminución de la concentración, excesiva preocupación por el éxito en la competencia, excesiva preocupación por evaluación negativa, interferencia de pensamientos de fracasos, impulsividad, falta de iniciativa, olvido de detalles, recurrencia a viejos hábitos, incremento de la irritabilidad, sentimientos de confusión.
PENSAMIENTO-EMOCIONES-ACCIÓN-RESULTADOS
Si previo a las competiciones nos invaden pensamientos negativos, de derrotas, éstos podrían desequilibrar nuestras emociones; y a su vez, provocar fallas en nuestras acciones o tomas de decisiones, y por ende, se reflejará en el resultado final.
Antes de una competición, piensa en el presente (qué debes hacer y cómo hacerlo), más que en el resultado final. Imagine situaciones exitosas que sean reales y que hayas disfrutado anteriormente, busca una estrategia que te sirva para relajarte: aislarte o conversar con alguien...
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