BUENA JUGADA DE REGINO

 Por Lic. Arnaldo Calvo Buides

Mi hermano Nibaldo y yo fuimos boxeadores. Los que no lo saben hasta se sorprenden. Teníamos 13 años cuando nos iniciamos en la práctica de tal viril disciplina, y pronto llegamos a la EIDE (Escuela de Iniciación Deportiva Augusto Turcios Lima), de mi provincia Matanzas (Cuba). Y poco después, a los 16 estuvimos en la ESPA Provincial (Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético). Ambos centros de alto rendimiento deportivo.
Pero, por cosas de la vida, de repente hicimos mutis e incursionamos en el ajedrez, hasta el sol de hoy. Y no nos arrepentimos del cambio, pues gracias al juego ciencia encontramos una herramienta camino a la creación intelectual.
José Regino Quintana fungió como nuestro entrenador mientras permanecimos en la ESPA Provincial. Muy exigente él. Ahora él vive en México y coincidimos en el face y me dice que ¨tal vez ustedes pensaban que la tenía cogida con ustedes o que me caían mal, pero ni al caso… ustedes tenían somatotipo, pero no se entregaron del todo… ¨
Dice que su propósito era formarnos como atletas, como personas, de ahí su exigencia irrestricta. Y yo aprovecho y le digo que ¨tal vez mi hermano y yo no llegamos tan lejos en el boxeo, pero nos hicimos hombres de bien. Y de cierta forma tú tienes que ver mucho en eso, en nuestra formación humana.
¨Mi hermano se hizo economista y yo abogado, además de que ambos somos periodistas y ajedrecistas. Vaya, fuimos de un extremo a otro, ja,ja,ja¨, agrego sin perder la gracia.
En mi filosofía como entrenador de ajedrez en Cuba, y ahora en el club CEPA, de Viña del Mar, hay 3 palabras que antepongo cuando de obtener éxitos de los atletas se refiere: DISCIPLINA, RESPONSABILIDAD y LABORIOSIDAD. Cuando falta una de ellas, no se logra nada.
Y de cierta manera era lo mismo que blandía Regino aquellos años en que Nibaldo y yo incursionamos en el boxeo (¡Buena jugada de Regino!) Entonces éramos muchachos y tal vez no encaramos de la mejor manera el proyecto al cual nos habíamos incorporado.
Ahora, a mis 41 años, Regino está en mí, soy muy exigente con mis alumnos ajedrecistas para que se entreguen del todo , para formarlos como hombres y mujeres de bien, para que lleguen cuán lejos como se lo propongan. Pero no puede faltar DISCIPLINA, RESPONSABILIDAD y LABORIOSIDAD