Tal vez 2, 3 o no sé cuántos
kilómetros había caminado yendo de colegio en colegio ofertando mis servicios
como profesor de ajedrez. En mi
deambular, sin percatarme llegué a la comuna Recoleta (Santiago, Chile). Nunca
antes había estado allí.
-Hola, buenas tardes. Me llamo Arnaldo y soy profesor
de ajedrez...
Me presenté ante la persona
que me atendió en aquel colegio. Y no hice más que explicarle que andaba
ofertando mis servicios como monitor de ajedrez, que de inmediato me dijo que
me pondría en contacto con Jorge Flores, quien ¨también es profesor de ajedrez
y trabaja acᨠ(en el área de Personal o Recursos Humanos, según intuí).
Subí al segundo piso, a la
oficina donde me vería con Jorge. Esperé unos minutos, pues no estaba. Pero, creo que ya le habían informado que
alguien lo esperaba.
Al llegar, intercambiamos
saludos y a conversar se ha dicho. El ajedrez como tema central, claro está. Le
hablé sobre el movimiento ajedrecístico en Cuba, sobre mi búsqueda de colegios acá
en Chile donde pudiera desempeñarme como profesor de ajedrez…en fin.
Jorge, ni corto ni perezoso,
despojado de todo egoísmo, cual amigo de toda la vida, me comentó de un colegio
en el que él ya no laboraría. Me dio los datos y prometió contactar al
director, para que yo comenzara allí.
Estuve a punto de transmitir mis
conocimientos en la institución de marras. Presenté toda la documentación
exigida, pero a última hora salieron conque en
la Contraloría
les informaron que yo debía poseer
residencia definitiva (entonces poseía residencia temporal, que a decir verdad,
no me había sido impedimento alguno en cuanto a impartir clases en colegios se
refiere).
Mediante intercambio por
correo electrónico le hice saber a Jorge que lamentablemente en el colegio me
habían puesto peros, y que realmente le agradecía toda su incondicionalidad
hacia mí, su gesto solidario en aras de ayudarme.
En medio de ese panorama fue
que él y su esposa Claudia me comentaron sobre la gestión que harían para ver
si yo podía entrar en un colegio de su comuna, precisamente donde estudia su
hija Francisca, quien a base de gran talento acumula varias medallas en el
juego ciencia.
Me pusieron en contacto con
el director del recinto, quien me fue claro, me dijo que en ese momento no
había presupuesto (es un colegio municipalizado), pero que verían la
posibilidad de incluir el ajedrez dentro del proyecto de Retención Escolar, el
cual está dirigido al reforzamiento escolar.
Poco después, el sueño se
hizo realidad. Desde hace semanas
imparto taller de ajedrez en el referido colegio.
Gracias, Jorge Flores,
gracias, Claudia, gracias a todos los que acá en Chile me han tendido sus
manos.
(La foto que acompaña el texto data de 2013. A la izquierda, Jorge Flores, momento en que el Alcalde de su comuna Recoleta homenajea a 2 de sus alumnas que asistirían al Campeonato Regional en la ciudad de Concepción).
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