Por Arnaldo Calvo Buides
Muchas personas se equivocan. Piensan que los buenos deportistas por antonomasia llegan a ser buenos entrenadores. Crasso error, la cosa no es tan sencilla como que dos más dos son cuatro.
A veces ajedrecistas noveles, y padres de éstos, se interesan en un entrenador determinado por el hecho de que el mismo posee un título internacional; dígase, Gran Maestro, Maestro Internacional o Maestro FIDE. Y entonces creen que tal como atletas son como entrenadores, en cuanto a nivel se refiere; pero, en muchísimos casos, la vida les demuestra lo contrario.
Recuerdo a Rolando, entrenador del municipio de Colón, en mi provincia natal (Matanzas-Cuba), quien no era más que un jugador de Primera Categoría; sin embargo, sus alumnos siempre estaban ubicados entre los mejores de la provincia y lograban medallas a nivel nacional, mostraban un nivel altísimo. Decir que el ajedrecista tal era de Colón, eran palabras mayores. ¿Cuál era el secreto de Rolando? Pues, cierta vez uno de esos atletas de Rolando en la década del 90, decía que el secreto estaba en que seguía al pie de la letra e impartía con mucha disciplina las unidades del Programa de Enseñanza Cubano de acuerdo a la categoría del muchacho. Y, al ser un excelente programa, con su dosificación mediante, los atletas se lo ¨bebían¨y adquirían tremenda fuerza de juego. Claro, Rolando sabía llegarle a sus alumnos, tenía arte para ello, muy contrario a muchos ajedrecistas titulados.
Cada vez que traigo este tema a colación, irremediablemente salta a la vista el Doctor en Ciencias Deportivas Alcides Sagarra, el profesor de profesores de la escuela cubana de boxeo, quien ha manifestado que fue todo un fracaso como atleta.
Si mal no recuerdo, cierta vez confesó que hizo mutis con apenas 18 años, al darse cuenta de que como boxeador no llegaría muy lejos. Y entonces se dedicó al entrenamiento deportivo, a formar y pulir boxeadores, y lo ha hecho sin igual.
Enseñar es un arte, que nadie se engañe. Cuando se logra incorporar una correcta metodología del entrenamiento, más la constante búsqueda de novedades en este campo, y se le llega al alumno, no duden de que tienen que llegar los buenos resultados.
No se equivoquen, el buen entrenador no necesariamente es el buen atleta. El buen entrenador de ajedrez, no necesariamente es aquel Gran Maestro, Maestro Internacional o Maestro FIDE. Puede ser Juan, Luis, Yoel…puede ser aquel otro que no exhibe pergamino internacional en su carrera deportiva, pero exhibe otros atributos a la hora de enseñar.
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