RECORDAR ES VOLVER A VIVIR…
Por Arnaldo Calvo Buides
Mi hermano
Nibaldo y yo teníamos unos 10 años cuando Eddy, un amigo de la escuela primaria
Tamara Bunke, de nuestro natal Jagüey Grande (Matanzas, Cuba), cierta vez en su
casa nos ¨enseñó¨ a jugar ajedrez.
En apenas un
ratito nos indicó el movimiento de las piezas, y nos explicó que si el rey era
amenazado por alguna pieza contraria (estaba en jaque), uno perdía la
partida.
Esa fue su enseñanza. A su manera, con
imperfecciones. Desconocía todo lo relacionado con los modos de defensa ante el
jaque, y mucho menos comprendía el jaque mate.
Después
de aquel día con Eddy, nunca más volvimos a jugar, no tuvimos algún otro
acercamiento al llamado juego ciencia...hasta unos 6 años después.
Nuestro
hermano mayor, Benito, vivía en La Habana e iba a Jagüey Grande algunos fines
de semanas y solía jugar ajedrez en la sala de la casa con nuestro primo Alexis
Baró.
Al principio,
ni nos deteníamos a mirar cómo jugaban. No nos interesaba. Pero, de
tantas veces verlos ahí sentados ante el tablero, durante varios fines de
semanas, de un momento a otro quisimos aprender. Esta vez lo mejor posible.
Alexis
Baró
Visitamos a
Noel, quien también aportó su granito en nuestra formación. Ante nuestro interés
en jugar ajedrez por correspondencia, lo cual nos sirvió muchísimo en nuestros
inicios, nos sugirió que viéramos a Veulens.
Nibaldo recuerda que cuando fuimos por primera vez a
la casa de Veulens, quien abrió la puerta fue Cuca, la mamá de la China, esposa
de Veulens.
¨Yo pregunté
si allí vivía "Boulen", porque me parece que existía en Cuba algún
deportista con ese apellido. Pero Cuca nos dijo que era Veulens, no Boulen.
¨Y bueno, con
Veulens fue que subimos de nivel, porque aprendimos a estudiar ajedrez, horas y
horas. Y con su colección de revistas Radio Rebelde y Jaque Mate estudiábamos
cantidad.¨
Veulens
y Arnaldo (De izquierda a derecha)
Además, mediante
nuestra vasta colección de la revista El
deporte en la URSS, que tenía una sección de problemas de ajedrez,
empezamos a resolver los de jaque mate en 2 jugadas, y también sirvió de mucho
en la parte táctica.
Ah!, en esa
etapa jugábamos muchísimas partidas con Baró, con quien al principio perdíamos muy fácil; pero
paulatinamente comenzamos a subir de nivel y primero él pasaba trabajo para
ganarnos, y después le ganábamos. ¿Los alumnos superaron al maestro?
Recordar es
volver a vivir…
No comments:
Post a Comment