Desde que me
tomé en serio el ajedrez, siempre he buscado la manera de plantear esquemas de
juego que rara vez aparecen en torneos, Cosas extrañas, como yo suelo
llamarlas.
No han sido
pocos mis rivales que han salido mal parados ante el total descuido de no
estudiar estas líneas en desuso. Y así, les resulta una sorpresa, imposible de
refutar ante el apremio del reloj.
Por eso
cuando aquel lejano día de 1991 cayó en mis manos un recorte de la sección de
ajedrez de la revista cubana Bohemia, dedicada a la apertura Ponziani (ECO
C44), quedé atrapado con este sistema de juego.
Está bien
desempolvar algunas ¨cosas extrañas¨ para en determinado momento utilizarlas
como factor sorpresa. Pero no es recomendable poseer un repertorio limitado con
solo estas líneas de juego.
Cierta vez
el Maestro Nacional cubano Noel Martínez
me comentó que uno no podía estar rehuyendo a los sistemas clásicos, que
quien aspirara a algo en el ajedrez debía jugar, digamos, Ruy López, Siciliana,
Nimzoindia…, que prolifera en cuanto evento se realiza desde antaño.
Un vasto repertorio de aperturas modernas es clave para el éxito en esta disciplina. El detalle está en conocerlas hasta en lo más mínimo, estar al tanto de la última novedad de cada una, en fin, convertirnos en verdaderos especialistas de cuántos esquemas planteamos.
Pero no solo de aperturas vive el ajedrecista. Deben aunarse otros factores cognitivos en el orden táctico- estratégico para transitar de manera satisfactoria por el medio juego y final.
Un vasto repertorio de aperturas modernas es clave para el éxito en esta disciplina. El detalle está en conocerlas hasta en lo más mínimo, estar al tanto de la última novedad de cada una, en fin, convertirnos en verdaderos especialistas de cuántos esquemas planteamos.
Pero no solo de aperturas vive el ajedrecista. Deben aunarse otros factores cognitivos en el orden táctico- estratégico para transitar de manera satisfactoria por el medio juego y final.
Esta nueva
propuesta no se trata de una
enciclopedia o tratado minucioso sobre la apertura Ponziani, solo pretendo
acercar al lector a una de mis cosas extrañas, muy en boga durante la época
romántica y que hoy es difícil de encontrar en el ajedrez magistral.
El autor
No comments:
Post a Comment