Por Lic. Arnaldo Calvo Buides
Su propia madre en una
entrevista comentó: ¿Quién ha oído hablar de una niña negra jugando al ajedrez?
Baraka Shabazz, nacida en
Denver, Colorado, Estados Unidos, echando a un lado prejuicios de la época,
junto a su hermana por vez primera conoció del ajedrez luego de que su
padrastro les comprara un juego y les enseñara los secretos del mismo.
Muy pronto brotó el talento
de Baraka. A las seis semanas, en febrero de 1978, juega su primer torneo y
gana 3 partidas de 5. Entonces los padres decidieron costear su carrera
ajedrecística; y dio sus frutos, pues 3 años después era considerada una de las
mejores jugadoras del país. Solo contaba con 15 años.
Según reflejara en 1981 un
artículo de la revista People, muchos partidarios aportaron, incluyendo un tutor
privado, en tanto Lionel Wilson, alcalde de Oakland, de un fondo comunitario
llegó a pagar la factura de alquiler de
la familia Shabazzes. Una agencia de viajes (entertainer Eartha Kitt) de
propiedad de negros, hizo su donación para que
Baraka pudiera competir en torneos distantes.
¨ Me han enseñado que vaya tras lo que quieres. Quiero ser un símbolo de
los logros de los negros. Voy a hacer, ya lo verás.", cierta vez declaró
Baraka, primera jugadora de origen africano en alcanzar el rango de "Experto"
o una calificación de 2000 en el sistema de la Federación de Ajedrez de
EE.UU.
Existían rumores de que su padrastro la reprendía duramente cada vez que
ella perdía. Charles Covington, quien fuese entrenador de la talentosa
ajedrecista, aseguró que durante el entrenamiento y las competencias, el Sr.
Shabazz (el padrastro) la regañaba
cuando sospechaba que no estaba concentrada.
Baraka recibió una invitación para jugar en 1981 el Campeonato Femenino de
Estados Unidos (fue la jugadora # 6 preclasificada), y tuvo una desastrosa
actuación, finalizó en el último lugar.
Ante este revés, en un contexto en el que la familia Shabazzes atravesaba
por serios problemas económicos, Baraka
se desencantó completamente del ajedrez, no quiso saber nada más del mismo, según
palabras del propio Covington.
Aunque Baraka no llegó a campeona del mundo, ni alcanzó categoría de
Máster, logró convertirse en un símbolo de los logros de los negros. La
comunidad ajedrecística pondera sus esfuerzos como una de las primeras mujeres
prodigios en la historia del ajedrez en EE.UU.